Según las previsiones de Morgan Stanley , el PIB español tendrá un crecimiento del 0,6%, pasada la contracción de 1,3% de este año. A pesar de esta buena noticia recorta en dos décimas la pasada predicción sobre el crecimiento de 2014, pero en el caso del de 2015 el ritmo de crecimiento será del 1,2%, una décima por encima de la última predicción. Un voto de confianza muy importante para España, que sin duda nos ayudará.
Una de las principales razones que ha provocado la bajada en una décima del pronóstico para 2014, la bajada que también ha tenido la eurozona. El inicial crecimiento del euro y la gran cantidad de expectativas que se han puesto en él, has disminuido al conocer que crecerá a un 0,5% frente al 0,9% inicial.
La demanda de las familias y hogares comenzará a mejorar notablemente así como la producción de las empresas, pero no hablamos aún de una gran recuperación. Como decíamos en el post de ayer, las exportaciones están a la cabeza en crecimiento y fortaleza, pues tras la bajada de los tipos de interés están recuperando la competitividad. Además de las reformas laborales o la reducción salarial.
En cuanto al mercado laboral español, los analistas creen que la tasa de paro ha llegado al punto más alto y que no subirá más del 26,4% previsto para este último mes de 2013. Bajando a un 25% en 2015.
De este modo, Morgan Stanley mejoran su anterior pronóstico de un 26,5% de paro en 2013, ha moderado notablemente su confianza en España de cara a los dos siguientes ejercicios, ya que anteriormente confiaba en que el desempleo bajaría al 25,6% en 2014 y al 24,5% en 2015. El problema no es que el desempleo seguirá aumentando ni tampoco si bajará suficientemente rápido, aunque la reforma laboral puede haber rebajado el umbral de crecimiento necesario para que España vuelva a crear empleo.
En cuanto al déficit presupuestario, se prevé que en 2013 sea en torno al 7% del PIB y baje al 6% el año 2014, pasando al 5,3% en 2015. Por otro lado la deuda pública podría alcanzar el 95,8% este año y el 100,9% en 2014, para llegar finalmente hasta el 105,9% del PIB en 2015.
