¿Cuánto puede caer el euro? Qué pasará con los «estímulos de Draghi»

Parece que la pérdida de valor del euro es una de las soluciones para mejorar la competitividad y lo que necesita Europa. Unas exportaciones más baratas impulsarán el crecimiento y nos pondrán en mucha mejor situación que otros países con monedas fuertes. La fortaleza del dólar tiene un peso muy importante en todos los mercados del mundo, incluido por supuesto, el nuestro.

Aunque muchos analistas ya lo anunciaban hace tiempo, de Draghi todo es posible. Es innegable que la preocupación del  Banco Central es atajar la deflación en la que se haya sumida la Unión Europea, y no hay otra forma mejor de hacerlo que comprando deuda de forma continuada. Sin duda esto arrojará algo de luz sobre esta situación pero, ¿qué pasará realmente con los mercados? ¿Cuáles son los efectos de este nuevo paquete de medidas?

Actualmente el euro está depreciándose cada día, llegando incluso a niveles del año 2009, en plena crisis. La fuerte deflación, ya negativa, ha supuesto cambios en uno de los mercados más importantes del mundo, el del petróleo. No en la misma situación, productores y consumidores ven de forma diferente la bajada de estos precios. Según algunos expertos, la caída frente al dólar podía llegar al 17%.

Parece un porcentaje bastante alto, pero ni el dólar está tan fuerte ni el euro tan débil. La fortaleza del dólar no es mucho mayor que la media histórica a largo plazo, con tipos reales. Al igual que el euro no está tan «bajo» como pensamos, lógicamente afecta a las relaciones comerciales. Por tanto, la solución es efectivamente seguir devaluando el euro, para poder ser más competitivos frente a los principales países del mundo. A la vez que se controla la deflación. 

Se espera una compra de deuda, a lo largo de mínimo un año, repartida por varios países y que sea como mínimo de 500.000 millones de euros. La continua bajada de los precios obliga a poner más dinero en circulación, lógicamente aumentará la inversión y esto repercutirá en el consumo. Favorece las exportaciones, mantiene la renta, y además la inversión privada aumentará, sobre todo en el mercado financiero con créditos y compra de renta fija. Por supuesto las exportaciones, una de las partidas más importantes en el caso de España, mejorarán considerablemente.

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