Discrepancias en la cumbre de la UE

Por una vez más los líderes de los países europeos se han reunido el día de ayer en Bruselas con la finalidad de encontrar una solución definitiva a la crisis. Todas las esperanzas están puestas en salvaguardar el euro, cuestión apoyada por casi todos los líderes políticos. 

Sin embargo, no sucede lo mismo dentro del seno de la Eurozona entre Francia y Alemania, así como tanbién entre otros países del euro y  Gran Bretaña, así lo informó el diario español El País.

“Las distintas opciones de reforma del Tratado para fortalecer la disciplina fiscal con vistas a facilitar un mayor protagonismo del Banco Central Europeo (BCE) en el mercado de deuda estaban anoche en el aire.

 Las posibilidades de ampliar la capacidad de acción del fondo de rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad, también se atascaron por las discrepancias surgidas entre París y Berlín, el núcleo duro en el que se apalanca la reforma”, indicó el periódico español.

La propuesta realizada por Francia y Alemania, encabezada por sus líderes políticos Nicolás Sarkozy y Ángela Merkel ha sido cuestionada por otros líderes del Partido Popular Europeo. Los políticos por su parte resaltaron la carencia de alternativas o propuestas para salir de la situación actual, siendo urgente tomar medidad para revertirla.

El presidente francés afirmó en la sesión de clausura del congreso del PPE en Marsella que “Europa se enfrenta a una situación extremadamente peligrosa”, que “el riesgo de explosión de la Eurozona nunca ha sido tan grande” y que si hoy no hay acuerdo en el Consejo Europeo de Bruselas “no habrá una segunda oportunidad”.

Sarkozy, quien estableció un diagnóstico de los “graves errores” cometidos en la concepción de la región, señaló que “las conclusiones son simples: más solidaridad y más disciplina de la Eurozona” y todo eso hay que decidirlo “enseguida” para que sea eficaz. En resumen, “tenemos unas semanas para decidir, porque el tiempo trabaja contra nosotros”.

Merkel, por su parte, instó a los otros países de la UE a dejar de apoyar “egoísmos nacionales”, defendió el trabajo conjunto de Alemania y Francia para encontrar soluciones, pero recalcando que luego son todos los miembros los que tienen que actuar de manera coordinada para dejar atrás la crisis.

Merkel por su parte sostuvo que “Europa no puede pararse”, hizo un llamamiento a “vencer el terror de la construcción europea” y al trabajo conjunto no sólo del Consejo Europeo, sino también de la Comisión, del Parlamento Europeo y de otras instituciones comunitarias.

Reino Unido se queda afuera del nuevo tratado

En relación al tratado, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha anunciado hoy que al menos 23 países de la UE formarán parte del tratado intergubernamental para reforzar el euro, con la excepción de Reino Unido y Hungría, que no están interesados, y Suecia y República Checa, que deberán consultar antes a sus parlamentos.

La UE por su parte aportará 200.000 millones al FMI para reforzar sus recursos.

El objetivo inicial de los jefes de Gobierno y de Estado era intentar una reforma del Tratado con todos los países miembros de la Unión Europea, pero no ha sido posible lograr un acuerdo para ello, según indicaron fuentes diplomáticas. «Preferíamos un tratado a 27, pero no ha sido posible por la posición de nuestros amigos ingleses», ha dicho Sarkozy en rueda de prensa informado por el diario El Economista.

Nuevamente, la cumbre es testigo de divisiones europeas, quedando en este caso a Gran Bretaña, Suecia, Hungría y República Checa fuera del proyecto de reforma regional.

Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, como ya bien lo habíamos informado anteriormente, había dado a conocer que no dudaría en vetar un cambio al tratado si el mismo no protegía los intereses de los ciudadanos de su país. «Si no podemos obtener salvaguardas, es mejor quedarse afuera», afirmó el premier conservador británico, para quien el encuentro ha estado marcado «por grandes desacuerdos».

Lo que quería el primer ministro británico era la exoneración de ciertas reglas sobre los servicios financieros, pero, a juicio de Sarkozy, «cierta parte de los problemas» que afrontan las finanzas europeas vienen precisamente de la desregulación de los servicios financieros. «Si aceptamos la derogación para el Reino Unido, estaremos cuestionando una gran parte del trabajo para la regulación de servicios financieros», ha aclarado.

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