La semana de las divisas (08/06/2015)

Para terminar la primera semana del junio, encontramos comportamientos mixtos de las principales divisas. Nuevos datos sobre el mercado de trabajo en EEUU, con una cifra favorable , así como las especulaciones sobre una posible intervención de Obama que influiría en los mercados. La situación griega aún no está clara, pero hay avances importantes. La semana comienza bien para las divisas.

El dólar  se apreció ante el euro, el yen y otras divisas, influido por el informe sobre la situación laboral con un importante aumento en la creación de los puestos de trabajo. Al terminar el día en Nueva York, un dólar se cambiaba a 0,8996 euros, y por un euro se pagaban 1,1116 dólares. El dólar se apreció ante el yen con un cambio de 125,62 yenes por dólar, también ante  la libra esterlina, el franco suizo y el peso mexicano. En cambio se depreció ante el dólar canadiense.

euros

Nuevo dato sobre del Departamento de Trabajo sobre el pasado mes de mayo, cuando aumentaron en 280.000 los nuevos empleos, la mejor cifra mensual desde finales del 2014. La tasa de desempleo quedó en el 5,5 %, un aumento  que se debe a la entrada de más personas en el mercado laboral en busca de trabajo.

Para empezar la semana, el dólar retrocedió ante el euro, el yen y otras divisas internacionales, aprovechando los inversores la subida generalizada del dólar y de las divisas por los nuevos datos. Al terminar el día, un dólar se cambiaba a 0,8855 euros y por un euro se pagaban 1,1293 dólares.

El dólar se depreció ante el yen con un cambio de 124,48 yenes por dólar, también baja ante la libra esterlina, el franco suizo, el dólar canadiense y el peso mexicano. La depreciación del dólar, se debe principalmente a las ventas de muchos inversores después de las ganancias del pasado viernes impulsadas por los datos de empleo en EE.UU. algo mejores de lo esperado.

Algunos medios de comunicación en EEUU hicieron eco de una posible intervención de Obama, en la que hablaría de la situación de EEUU y del problema que supone tener un dólar tan fuerte. Esto influenció de manera negativa sobre la moneda, sobre todo en relación a las exportaciones.

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