Ahora que la crisis de Grecia comienza a sentirse contenida, la continua incertidumbre acerca de la capacidad de saneamiento y sostén de las economías de varios países europeos, no permite que se despejen los nubarrones que se ciernen sobre la moneda común europea.
De acuerdo a los especialistas de Nomura Securities International, el precio del euro no sufrirá otra liquidación tan drástica como la ya vista, dado que la mayor parte de las malas noticias ya han repercutido y sido absorbidas en el precio del euro.
Sin embargo, hasta que el Banco Central Europeo no eleve los tipos de interés, el euro seguirá bajo presión, lo cual, lo puede llevar hasta los 1,25 dólares a finales de 2010.
Sumando que se espera que otros países eleven el “precio del dinero” antes de que lo pueda hacer la zona euro, la sombra de la crisis fiscal de varios países miembro, el estancamiento de la economía de la eurozona, obtenemos un cóctel fatal que termina por espantar a los inversores, debilitando, con ello, aún más al euro.