Tan solemne frase fue utilizada por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet. De acuerdo a las declaraciones efectuadas, la moneda común europea se encuentra en «buenas manos», pero el BCE no puede adoptar una postura complaciente dada las presiones y desafíos a los que debe hacer frente.
El euro se ha depreciado en lo que va del año entre un 5% y 6% frente al dólar. Asimismo frente al yen las caídas son aún más severas encontrándose entre un 7% y un 8%.
Sin duda esta debilidad, proviene del escepticismo de los inversores respecto de que las deudas soberanas de algunos países de la zona euro estén controladas.
El temor a que algunos de los países miembro entre en default, se tradujo en una prima sobre el euro.
De acuerdo a los especialistas de JPMorgan Chase, el euro debería subir a u$s1,42 y 130 yenes a “corto plazo”. Al mismo tiempo recomendaron a los inversores comprar euros y francos suizos en vez de dólares.