En esta oportunidad, la deuda le ha tocado la puerta a los EEUU, donde la Casa Blanca tendrá que requerir esta semana un nuevo aumento del techo de la deuda por valor de 1,2 billones de dólares por tercera vez en lo que va de año, de esta manera lo han indicado recientemente los funcionarios del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
El mencionado incremento, ha sido contemplado en el acuerdo cerrado en agosto, aumentará el tope de deuda hasta los 16,4 billones de dólares y sería solicitado al Congreso el próximo viernes, cuando el Tesoro calcula que la primera economía mundial estará a tan sólo 100.000 millones de dólares de alcanzar el límite actual, informado de esta manera por el economista.
Durante el pasado mes de agosto, el legislativo estadounidense acordó un aumento del techo de la deuda en 2,1 billones de dólares en tres pasos, al tiempo que se comprometió a recortar dos billones de dólares del déficit en los próximos diez años.
En términos dentro de lo que estipula la ley, el Congreso tiene 15 días para decidir sobre el aumento del techo de deuda, que en lo que va de año se ha incrementado en 900.000 millones de dólares, según lo ha mencionado el economista.
En esta ocasión, en el caso de que esté en desacuerdo el Congreso, el presidente Barack Obama podría utilizar su derecho de veto, con lo que el aumento del techo de la deuda quedaría desbloqueado automáticamente a más tardar el 14 de enero del próximo año.
Por otra parte, estaría siendo la tercera vez que el Ejecutivo solicita aumentar la capacidad de endeudamiento este año, una medida clave para que la administración de la primera economía mundial siga haciendo frente a sus pagos más urgentes. Y claramente no llega a solventarse los gastos con sus propios recursos necesitando de tal manera recurrir a solicitar dinero prestado para cumplir con sus obligaciones.
Por otra parte, según los cálculos de los funcionarios del Departamento del Tesoro, una vez aprobado este nuevo aumento no será necesario otro hasta finales del próximo año 2012.
Durante el pasado mes de agosto del corriente año, los constantes desacuerdos hasta último momento para alcanzar un acuerdo en el aumento progresivo del techo de deuda llevaron a Standard & Poor’s (la agencia de calificación) a rebajar un escalón la calificación de la deuda estadounidense desde su nota más alta por la falta de propuestas creíbles para reducir el déficit presupuestario.
Esta situación acerca de la economía estadounidense en este caso, nos deja un pensamiento, con ciertas dudas interrogándonos quizá, de que sucederá con la economías mundiales en los próximos años. Tanto a nivel europeo como en los Estados Unidos, parece haber una emergencia económica o al menos, respecto a éste último no estar en sus tiempos de auge económico.
¿Podrá perjudicar de alguna manera a los países de la Unión Europea? ¿Esta situación afectará a que dichos países puedan recuperarse de la profunda crisis? ¿Podemos pensar en una especie de contagio? O es que quizá ya las mayores potencias económicas debermos buscarlas en otra parte que serán aquellos países del futuro para nosotros y nuestros descendientes.