Esta semana las autoridades estadounidenses anunciaron el compromiso asumido por el Tesoro de los Estados Unidos para mantener la política del dólar fuerte.
Estos anuncios son muy importantes en las circunstancias en las que se encuentra esta debilitada moneda. Sin embargo, una cosa son los dichos y otra los hechos.
El dólar se ha depreciado en las últimas sesiones contra nueve de las otras diez divisas más importantes del mundo.
Esta caída no es puntual, sino que es producto de una serie de situaciones que se vienen sucediendo desde 2002. En primer lugar, entre 2002 y 2007 el déficit comercial que acumuló el país del norte, forzó la primera depreciación de la moneda.
En segundo término , las medidas expansivas con las que la Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU, intentó hacer frente a la crisis desde 2007 han inundado el mundo de dólares.
Los bajos tipos actuales -están entre el 0 y el 0,25 por ciento- fomentan que el billete verde sea empleado como moneda de financiación para la especulación, algo que nutre su fragilidad.
Ya quedó confirmado que la moneda norteamericana resultó la más débil entre las principales del planeta en 2009.
Esto afecta fuertemente a los países que tienen sus ahorros en dólares, ya que progresivamente ven menguar sus reservas.
