La economía de Estados Unidos creció a tasa de 3,6% entre julio y septiembre, el mayor incremento desde principios de 2012 una tendencia que podría cambiar en el último trimestre del año y detener el crecimiento. La economía estadounidense creció más de lo previsto tras los últimos datos, alcanzando 3,6% en proyección anual, impulsado por la acumulación de stocks de empresas.
Los analistas, cuya previsión media marcaba un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 3% entre julio y septiembre paso a ser 2,8% y finalmente en el segundo trimestre, el crecimiento en proyección anual fue de 2,5%.
Las existencias de las empresas aportan un 1,68 puntos en el crecimiento del PIB, frente a los 8 puntos que se decía en la primera estimación.Las inversiones de las empresas han avanzado un 16,7%, cuando en la primera estimación la cifra era de 9,5%. Los gastos de consumo quedaron con un crecimiento del 1,4% frente al 1,5% estimado anteriormente.
El índice de precios vinculado a los gastos de consumo (PCE)y una medida de la inflación hecha por el banco central estadounidense esta en torno al 1,8%, sin cambios con relación a la primera estimación. Esta cifra está por debajo del nivel de inflación de 2% deseado.
El número de estadounidenses que solicitó ayuda por desempleo se redujo en 23.000 para quedar en 298.000 personas, una de las cifras más bajas de los últimos seis años, lo que supone que las empresas han despedido menos personas que en meses anteriores.
Toda la revisión del tercer trimestre se debe a un importante aumento en los inventarios. El gasto del consumidor que es la fuerza de la economía en este país, fue el más bajo en casi cuatro años. Si se excluyen los inventarios, la economía creció a tasas del 1,9% en el tercer trimestre, un descenso respecto al 2,1% de aumento que tuvo en el segundo trimestre.
Los demócratas en la Cámara de Representantes quieren mantener un programa de beneficios federales a quienes carecen de trabajo después de que pasen las 26 semanas que duran los apoyos estatales. Ese programa costaría 25.000 millones de dólares pero indica que también estimularía la economía y fomentaría el empleo.