Actualmente hay unos 739 millones de habitantes en la UE. Esto supone la producción de una gran cantidad de billetes al año, teniendo en cuenta los billetes deteriorados que se cambian, los nuevos diseños y puesta en circulación, etc. Uno de los principales problemas del mundo es la contaminación. La UE antes de la puesta en marcha de circulación del euro realizó numerosos estudios para que nuestros billetes de euro fueran lo menos contaminantes posibles respeto a su fabricación y menos dañinos para nuestra salud.
El último informe que tenemos es de 2003. De momento no se ha hecho ningún otro estudio ya que seguimos con los mismos billetes que entonces. Aunque se espera que cuando se terminen de poner en circulación todos los nuevos billetes, se publicará un nuevo informe. El BCE determinó el impacto ambiental de los billetes en euros y la posibilidad de mejorar el producto o los procesos . El uso de los billetes en euros se comparó con otras dos actividades cotidianas como conducir un coche y encender una bombilla de 60W.
La evaluación concluyó que el impacto ambiental de los billetes en euros durante su ciclo de vida completo equivale a que cada ciudadano europeo recorra un kilómetro en coche o deje encendida una bombilla de 60W durante medio día. El estudio comenzaba en la fabricación del billete hasta el final de su vida.
Se utilizaron datos de procesos procedentes de un total de 31 proveedores de la cadena de abastecimiento de los billetes en euros, datos específicos relativos a las materias primas empleadas y datos de estudios sobre procesos estándar, como la producción de electricidad o el transporte.
La evaluación se realizó sobre la base de la producción total de billetes en el 2003, que se situó en 3.000 millones de unidades aproximadamente, con un peso total de en torno a 2.500 toneladas. Esto supone unos 8 billetes por persona por el año 2013. Si lo trasladamos a hoy, con una población de 796 millones de personas, y 14.000 millones de billetes, serían unos 17 billetes por persona.
Los billetes en euros son seguros. Los resultados de evaluaciones independientes confirman que los billetes en euros cumplen todos los reglamentos de la UE relativos a un amplio conjunto de sustancias químicas presentes en los mismos. Todas las sustancias presentes en los billetes en euros muestran una concentración muy inferior a cualquier límite.