Como sabemos, el Estado de Ciudad del Vaticano es un estado independiente que, al igual que el país donde se encuentra geográficamente (Italia), su moneda de uso habitual es el euro, con una acuñación propia. Hay tres series de monedas de la Ciudad del Vaticano en circulación.
La primera serie, que reproduce la efigie de Su Santidad el Papa Juan Pablo II, se emitió entre el 2002 y el 2005.
La segunda serie, emitida en junio del 2005, muestra el escudo de armas del Cardenal Camarlengo, Jefe de Estado interino de la Ciudad del Vaticano, superpuesto sobre el emblema de la Cámara Apostólica en el centro de la moneda. La leyenda «SEDE VACANTE» (que hace referencia al período y las circunstancias especiales que se dan cuando una diócesis o iglesia particular queda sin obispo o pastor) y el año de emisión, expresado en números romanos («MMV»), forman una semicircunferencia sobre la parte superior del diseño.
Entre el escudo de armas y el año de emisión figura la marca de la Fábrica de la Moneda («R»). La inicial y el apellido del diseñador («D. LONGO») aparecen en el extremo inferior izquierdo de la parte central. Las iniciales del grabador respectivo figuran a la derecha en el extremo inferior de la parte central: «MAC inc» (en las monedas de 1 y 20 céntimos); «LDS inc» (en las de 2 y 50 céntimos); «ELF inc» (en las de 5 céntimos y de 1 euro); «MCC inc» (en las de 10 céntimos y de 2 euros). En la parte superior de la corona circular aparecen doce estrellas dispuestas en una semicircunferencia, y en la parte inferior, la inscripción «CITTÀ DEL VATICANO» forma una semicircunferencia.
La tercera serie, emitida en abril del 2006, muestra la efigie de Su Santidad el Papa Benedicto XVI y la leyenda «CITTÀ DEL VATICANO». A la derecha de la imagen aparece el año de acuñación, 2006, y la marca de la Fábrica de la Moneda («R»). A la izquierda, figuran las iniciales del diseñador («D. L.»).
La Unión Europea obligó al Vaticano
En 2010 fue cuando el Vaticano puso en circulación sus propias monedas, que hasta entonces estaban reservadas a los coleccionistas. Todo ello fue por obligación de una decisión europea.
La difusión de estas monedas se debe a un acuerdo firmado entre la Unión Europea y El Vaticano. El trato estipulaba que por lo menos el 51% de las monedas acuñadas por la Ciudad del Vaticano deben ponerse en circulación a su valor nominal. Junto a ello, se autorizó al Estado papal a producir el doble de moneda.
Si quieres saber más sobre las monedas de la Unión Europea, puedes encontrar más información en la página web del Banco Central Europeo.