El cierre del año trajo junto a los datos del desempleo en Estados Unidos noticias, como indicamos en el título del artículo, buenas pero, también algunos números no tan bondadosos con la situación del empleo en el país.
Si comprobamos la tasa de paro en el pasado mes de diciembre vamos a encontrar un descenso que la sitúa en el 6,7% y que, en lo que al descenso se refiere, presentaría los niveles más bajos desde el año 2008 y el inicio del estallido de la crisis económica.
El porcentaje de ese 6,7% de tasa de desempleo en EEUU quedaría cerca del 6,5% que la Reserva Federal marcó como frontera para tomar en consideración la subida de los tipos de interés situados entre el 0% y el 0,25%.
Sin embargo, esta situación de la tasa de desempleo y su descenso de casi un punto con respecto al año 2012, no puede ocultar como decíamos otros datos menos positivos, como por ejemplo el descenso del número de nuevos contratos.
De hecho el mes de diciembre vino a suponer un frenazo prácticamente del 50% en el ritmo de creación de empleo mostrado durante el año 2013, con tan sólo 74.000 nuevos empleos.
Pero más allá del dato anterior se encuentra un panorama en el que el retroceso de los nuevos contratos Se sitúa en el punto más bajo en los tres últimos años; debemos tener en cuenta que la previsión de nuevos contratos para el mes de diciembre se situaba las 200.000 personas, cifra que como vemos ha quedado muy lejos de los resultados obtenidos.
¿Y entonces porqué baja el paro?
La respuesta la encontramos en un dato esclarecedor; la tasa de población activa en el país se encuentra en su porcentaje más bajo desde el año 1978, este descenso de la población activa que situaba la tasa en el 62,8% en el mes de diciembre suponía ya un descenso de ocho décimas en tasa interanual con respecto al mismo mes del año 2012.
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