Mientras que en Europa asistíamos al anuncio anticipado por parte de Deustche Bank de un cuarto trimestre con pérdidas por encima de los 1.100 millones de euros, dentro de un ejercicio que la entidad no puede calificar como bueno desde luego, en la banca de Estados Unidos Morgan Stanley escenificaba el final de la presentación de los resultados de los grandes bancos.
Y en este caso no hay excesivas sorpresas, a pesar eso sí de que el cuarto trimestre del pasado año no resultó en absoluto positivo para la entidad.
En el cómputo global del ejercicio la entidad financiera presenta unas ganancias anuales superiores a los 2.500 millones de euros (3.500 millones de dólares) en un ejercicio en el que los ingresos ascendieron a 24.400 millones de euros (33.100 millones de dólares).
En datos interanuales el holding cerraría el ejercicio 2013 con un crecimiento del 8% con respecto al anterior año 2012.
Estos datos no oculta sin embargo una caída en el beneficio si durante el cuarto trimestre del año pasado especialmente dura ya que el beneficio de este trimestre se reducía prácticamente un 50% hasta alcanzar los 430 millones; en la lectura de estos datos pesa desde luego tanto la influencia de los costes legales como la escasa fortaleza las operaciones con bonos, y desde luego, como la propia entidad asume, el efecto de la factura legal derivada de la crisis.
