Una semana más, el euro y el dólar tienen comportamientos mixtos frente a las diferentes divisas, y se esfuerzan en no llegar a la paridad. Aunque muchos expertos aseguran que no llegará hasta el año 2016, pero que lo más probable es que sí llegue. Nuevos datos macro, como los que se supieron la semana pasada así como las nuevas compras de deuda del BCE es lo que destacaremos esta semana.
El dólar se apreció el martes ante el euro, con buenos datos para la economía estadounidense, al revés que la semana pasada. Al terminar el día, un dólar se cambiaba a 0,8969 euros, y por un euro se pagaban 1,1150 dólares. El dólar ganó ante el yen, con un cambio de 120,68 yenes por dólar, así como ante el peso mexicano, la libra esterlina, el franco suizo y el dólar canadiense.
Destacamos los buenos datos en construcción de vivienda en Estados Unidos, que también impulsaron al mercado bursátil y sus principales indicadores. También destacar el incremento de la compra de títulos de duda tanto en mayo como en junio, por lo que el euro perdió valor.
A mitad de la semana, el dólar se apreció ante el euro y el yen. Un día en el que confirmaron que la Reserva Federal de EEUU, anunciase que es improbable que se suban los tipos de interés el próximo mes de junio. Al terminar el día un dólar se cambiaba a 0,9013 euros, y por un euro se pagaban 1,1096 dólares. El dólar ganó ante el yen, con un cambio de 121,34 yenes por dólar, pero perdió ante la libra esterlina y el dólar canadiense.
El penúltimo día de la semana, el dólar se depreció ante el euro, debido a nuevos datos que estaban por debajo de las expectativas. Un dólar se cambiaba a 0,8999 euros, y por un euro se pagaban 1,1113 dólares. El dólar perdió ante el yen, con un cambio de 121,03 yenes por dólar, también frente a la libra esterlina, el franco suizo y el dólar canadiense, se apreció ante el peso mexicano. Destacamos la reducción del 3,3 % en la venta de viviendas de segunda mano el pasado mes de abril, unidos a un aumento en las solicitudes de desempleo.
