A pesar de la negociación hacia el alza del euro frente al dólar durante la semana pasada, el euro terminó registrando pérdidas leves contra el dólar el viernes pasado. Las razones de ello las podemos encontrar en que la preocupación por la estabilidad en la zona euro se intensificaron y llevaron a los inversores a reevaluar sus tenencias de euros.
Sin embargo, a pesar de la postura anti-euro, los datos económicos no deja de sorprender al alza. La semana pasada se vio tanto al alemán ZEW e IFO superar la estimación de consenso, aunque sólo marginalmente. Como es habitual, gran parte de la debilidad del euro fue un subproducto de la incertidumbre en la Europa periférica.
El papel del Gobierno portugués y de los organismos de la deuda española hizo poco para aliviar los temores y las presiones, ya que después de los resultados de las últimas subastas de deuda se reveló que los rendimientos mucho más altos de los que se requiere para el mercado para absorber la emisión que se ofrecen.
Como si eso fuera poco, no solo Moody’s advirtió que la calificación española puede cortarse, sino que también redujo la calificación soberana de Irlanda por cinco escalas a Baa1. Por otra parte, en su última reunión de este año, los responsables políticos de la UE acordaron crear un mecanismo de ayuda permanente a partir de 2013, aunque no llegó a aumentar el programa de ESEF o la introducción de un bono de euros.
En el cierre del viernes, la pareja USD-EUR terminó en 1,3272, lo que indica que cualquier tendencia alcista futura sigue siendo poco probable en el corto plazo.
Según el sitio FXStreet.com, un nivel de soporte importante a la baja se ve en 1.3105, luego de lo cual le será muy dificil recuperar lo perdido a la moneda comunitaria.