En ocasiones la cosas son más simples de lo que parecen. Lo que en finanzas podría denominarse la estrategia Kiss o Keep it Simple (la segunda «S» obedecería a «Stupid») y que en el gráfico que nos presenta Antonio Rodríguez se ve con toda claridad.
Dos líneas bastan para delimitar los movimientos del euro-dólar y para establecer una posible operativa con este par de divisas. En el lado alcista, operativa de cortos y en la parte baja del canal, largos. Eso sí, todo esto puede cambiar en cuanto Ben Bernanke abra la boca.