El primer ministro británico, David Cameron, ha reclamado este viernes a las instituciones de la zona euro, en particular al Banco Central Europeo, que empleen «todo lo que tienen» para resolver la crisis de deuda que también está afectando a Reino Unido, pese a que el país no forma parte de la moneda única.
El primer ministro se ha reunido este viernes en París con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, con el que ha discutido principalmente sobre la situación que atraviesa actualmente el euro, que está teniendo un «efecto escalofriante en la economía británica», y sobre el Consejo Europeo de la próxima semana en Bruselas.
En informes de prensa, el primer ministro ha incidido en que es necesario que la zona euro y sus instituciones convenzan a los mercados de que pueden frenar la actual situación, y ha negado que Reino Unido se esté quedando al margen ante el papel preponderante que han asumido Sarkozy y la canciller alemana, Angela Merkel.
Por su parte, Cameron dijo que Reino Unido Cameron, «es una de las mayores economías de Europa y uno de los grandes actores del mercado único» y «queremos ayudar a resolver la crisis en la Eurozona» ya que «queremos que haya crecimiento en el continente europeo para ayudar a la economía británica».
Según el punto de vista de Cameron, «en último término se trata de convencer a los mercados de que las instituciones del euro defenderán, protegerán y promoverán esa moneda con todo lo que tienen». Asimismo, ha considerado que es necesario «lidiar con la falta de competitividad de algunas economías europeas».
Por otra parte, Cameron ha considerado que las reformas en la zona euro que se prevé que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE discutan la próxima semana no requieren necesariamente una reforma de los tratados, pero llegado el caso, ha querido dejar claro que peleará para que se tengan en cuenta los intereses de Reino Unido.
Ha dicho Cameron: «Si hay un cambio del tratado, me aseguraré de que protegemos y reforzamos los intereses británicos«, de todos modos dijo: «esperar a ver lo que ocurre el próximo viernes».
Sarkozy y Merkel esperan por dar a Bruselas más poder para exigir disciplina fiscal a los países de la zona euro y defienden la reforma de los tratados, cuestión que se espera que se aborde en la cumbre de la próxima semana. La canciller ha defendido una mayor integración fiscal a través de modificaciones en los tratados y respetando la independencia de instituciones como el Banco Central Europeo (BCE).
Según algunas fuentes periodísticas, Londres podría respaldar la propuesta de Merkel de una «unión fiscal» para resolver la crisis de deuda en la eurozona ya que considera que hacen falta «una nueva serie de normas» en los países de la moneda única.
Por su parte, el ministro de Finanzas, George Osborne, la necesidad de que «los países del euro trabajen juntos más estrechamente para resolver sus problemas».
«Ahora, Reino Unido no quiere formar parte de esa integración, tenemos nuestros propios intereses nacionales, pero va en nuestro interés económico que resuelvan sus problemas», ha subrayado.