La realidad es que estamos ante algo más que una crisis, mas bien es un cambio de mundo pero lo importante es saber cómo y cuándo será. El cuándo dependerá de Europa, de su capacidad y de la coordinación de las políticas, en el momento en el que el crecimiento vuelva, Francia tiene que estar a la altura y atrapar la oportunidad de la recuperación que va a llegar.
Si analizamos la situación de Francia podemos decir que Francia debilitada es una Europa impotente, hay que poner todos los esfuerzos en encontrar ese crecimiento, aunque sea casi testimonial.
Tasa de las transacciones financieras
La tasa de las transacciones financieras, adoptada sólo por 17 países europeos. Se trata de avanzar, aunque no todos vayan de la mano, puesto que lo peor para Europa es el statu quo. El presidente francés confesó que la desintegración del euro ha sido una hipótesis, por eso se mantiene la necesidad de buscar una reorientación al continente.
Esta solución pasa por concretar algunas de las medidas que los miembros europeos ya han comenzado a trazar, como la unión bancaria o el pacto de crecimiento. Se trata, de proyectos que llevarán su tiempo pero que contribuirán a cimentar mejor el viejo continente para afrontar este nuevo mundo que se fragua.
La necesidad de estimular la economía e incluso tuvo un lapsus cuando al hablar del 3% de déficit se refirió al crecimiento. Hay países con gobiernos no socialistas que han acogido este pacto (de crecimiento) como un alivio porque se han dado cuenta de que lo necesitaban.
Al igual que España, Francia vive una situación grave. La alternancia no cambia la realidad del país, es por eso que a continuación mencionaremos los problemas que se están viviendo para entender la hipótesis de la Desintegración del Euro:
- 17 meses de escalada del paro
- la sangría industrial
- el goteo de cierre de fábricas
- la pérdida de competitividad de las empresas galas
- el débil crecimiento
El objetivo sería reducir el paro y devolver el crecimiento al país, teniendo en cuenta que la política no es una acumulación de reformas, sino una respuesta coherente a la situación del país.
Además, París prepara una ley bancaria para separar las actividades de crédito de las especulativas. La norma prohibirá los productos tóxicos y estará lista en 2013. También dio algunas pinceladas de proyectos futuros como la fiscalidad ecológica, en fase de estudio.
Si a nivel europeo el reto de su mandato es la reorientación del continente en decadencia, el primer objetivo es reducir la deuda. Para ello, el estado ahorrara 50.000 millones en cinco años.
La economía ha erosionado su imagen. En el caso de Francia, nunca la popularidad de un presidente francés había caído tanto en tan poco tiempo. En los seis meses que lleva de gestión, Hollande ha perdido 19 puntos en las encuestas. En el mismo periodo Sarkozy sólo había retrocedido ocho.
El directivo justificó su acción en la necesidad de reducir el déficit. ¿Es fácil anunciar 20.000 millones de impuestos? No, pero es mi deber al que dijo ser consciente del esfuerzo que pide a las clases más adineradas. Lo importante es saber si lo que hago es útil y eficaz.