A lo largo de los años, las preferencias de las personas van cambiando, en parte, por las nuevas tecnologías y la adaptación a ellas. La compra por internet, la mayor demanda de móviles, el uso de ordenadores para todo, la mejora de los electrodomésticos o la importancia de la salud, son algunas de las principales preocupaciones y necesidades de la mayor parte de los países de desarrollados.
Y es por este motivo, por los que año tras año las empresas van cambiando, unas cierran y otras muchas abren, pensando siempre en la demanda del consumidor, que a fin de cuentas es el que les hace obtener beneficios. Hace años, el objetivo de las empresas era la producción, que cambio a la reducción de costes, y ahora que todo se basa en el bienestar del consumidor, en el marketing y las relaciones públicas, en la cercanía.
Los objetivos de todas las empresas se han ido modificando hasta llegar a lo que tenemos ahora. Las empresas de ahora son mucho más dominantes, con cuotas de mercado altas, y con el objetivo de captar más clientes.
Una de las economías modelo, y a su vez, cuna de las empresas más importantes del mundo, es quizás la que puede reflejar mejor este cambio. Hablamos de la tierra de las oportunidades, EEUU. En este lugar, como en muchos otros, la mayoría de las empresas de hace 25 años, ya no existen. Y si lo hacen, su fabricación ha cambiado radicalmente. En 1990, un 80% de las empresas de EEUU, eran de manufacturas, sobre todo en la zona este y estados como California, Oklahoma, Texas o Missuri entre otros. El comercio al por menor predominaba en solo 9 estados, y respecto a los servicios de alimentación solo 2 estados.
Ahora en 2015, el mapa completo de EEUU ha cambiado. Más del 50% de los estados de EEUU, se dedican a actividades comerciales relacionadas con la salud y el bienestar, siendo el comercio al por menor uno de los sectores que más ha bajado en cuanto a presencia en la economía. Las manufacturas son las que más se han reducido y lo relacionado con la alimentación han aumentado en un estado.
En resumen, las empresas de todo el mundo necesitan adaptarse a las necesidades del mundo, y así se refleja en los últimos 20 años, cuando el crecimiento de la población y las nuevas tecnologías han sido constantes.
Fotografía: The Wall Street Journal
La «maldita reducción de costes» es un cancer para la humanidad. La falta de calidad y el modelo de usar y tirar ni es sostenible, ni puede mantenerse.
Menos morralla china y más calidad…