El Euro se está enfrentando al incremento de la oposición al riesgo y a la resolución sobre tipo de interés del Banco Central Europeo (BCE). En contraposición, el dólar y el yen son las monedas donde acuden a refugiarse los inversores, causando un detrimento mayor al Euro.
Son épocas difíciles y marcada aún con la volatilidad , lo que imprime un ritmo frenético. A esto se le suman los informes macroeconómicos que dan un marco difícil, no alentador a nivel mundial, y el Fondo Monetario Nacional (FMI), entre otros organismos , han solicitado ayuda fiscal.
La desconfianza generalizada en los mercados ha llevado a los inversores a cambiar sus hábitos estratégicos y las ventas se colocan a corto plazo. Las informaciones sobre el desempleo en los EE.UU. , que ha influido en la cotización del Euro, también causará decisiones en el tipo de interés de la misma moneda.
Los entendidos de los negocios de los mercados, con sus estimaciones, tratan de aliviar el camino del Euro, esperándose también que Jean Claude Trichet haga recortes y baje las tasas de referencia al nivel más bajo desde el año 2005.
Distintos organismos se muestran pesimistas en el panorama actual, pero ninguno da una definición acabada. La organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE) comunicó que en Noviembre que se torno más difícil la situación para países industrializados y para los emergentes, notándose una desaceleración en las economías más importantes del globo.
La Eurozona, a través de Jean Claude Juncker, anotició que a ciencia cierta no se puede afirmar si la crisis económica empeoro, pero sí que las estadísticas no son alentadoras . El Director Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, comunicó que el Fondo podría necesitar, miles de millones de dólares , para el auxilio de economías emergentes.
Con todas estas predicciones y estadísticas desalentadoras , los inversionistas no se confian y tratan de consolidarse en operaciones firmes y no arriesgadas. Situación en la que no se encontraría el Euro.