Este marzo nos ha traído una sorpresa. Cuando parecía que el Euríbor seguía relajándose poco a poco, ha decidido dar un giro y volver a subir. Y no ha sido una subida cualquiera: hablamos de niveles que no veíamos desde octubre del año pasado. Si tienes una hipoteca variable o sigues de cerca el cambio euro-dólar, esto te interesa. Y mucho.

Lo que significa este repunte para tu hipoteca
Vamos por partes. El Euríbor venía bajando desde finales de 2023. Cerró febrero en torno al 2,407 %, y todo apuntaba a que seguiría esa tendencia. Pero no. Marzo ha roto la racha y el índice ha vuelto a subir, lo justo para encender las alarmas entre quienes tienen revisiones pendientes.
Si tienes una hipoteca a tipo variable, ya sabes cómo va esto: cuanto más sube el Euríbor, más pagas cada mes. Para una hipoteca media de 150.000 euros a 30 años, con un diferencial típico del 0,99 %, cualquier décima extra se nota. Puede que solo sean 20 o 30 euros más al mes, pero al año eso suma. Y cuando los precios ya están bastante apretados, ese pequeño extra no es ninguna tontería.
Muchos están empezando a plantearse cambiar a un tipo fijo o negociar condiciones. Y no es mala idea, aunque dependerá mucho de tu situación. Lo importante es que, si tienes revisión en los próximos meses, no lo dejes para el último momento. Infórmate y actúa antes de que el banco lo haga por ti.
Y qué tiene que ver todo esto con el euro y el dólar
Aunque a simple vista pueda parecer que el Euríbor y el tipo de cambio euro-dólar van por caminos distintos, la realidad es que están bastante conectados. El Euríbor refleja las expectativas sobre lo que hará el Banco Central Europeo. Si el índice sube, es porque los mercados creen que el BCE podría mantener los tipos altos más tiempo… o incluso volver a subirlos.
Y eso afecta directamente a la moneda. Un euro fuerte frente al dólar suele ir de la mano con tipos altos en Europa. Y eso es justo lo que hemos empezado a ver en marzo: el euro ha cogido algo de impulso y ha llegado a colocarse en torno a 1,0785 dólares por euro. No es una subida enorme, pero marca tendencia.
Claro, esto tiene implicaciones. Un euro más fuerte hace que importar productos o viajar fuera de la eurozona sea un poco más barato. Pero también complica las cosas para nuestras exportaciones, porque los productos europeos se encarecen en el exterior. Así que, como todo en economía, el impacto es una mezcla de ventajas y desventajas según desde dónde lo mires.
Para los que operan con divisas o tienen inversiones en dólares, estos movimientos pueden suponer oportunidades… o riesgos. Por eso es clave entender por qué se mueve el mercado, y no limitarse a mirar solo la cifra del día.
Estamos en un momento delicado, con muchos frentes abiertos a nivel global. Así que si tienes intereses en hipotecas, divisas o simplemente quieres proteger tu bolsillo, toca estar atento. Porque esto no va solo de tipos ni de gráficos: va de cómo te afecta todo esto en tu día a día.