Los principales objetivos de la reunión en Bruselas, fueron tanto el desembolso de la ayuda para Grecia, como reforzar la capacidad del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.
En principio, el Eurogrupo quería multiplicar por cuatro o cinco veces, la capacidad de intervención del fondo hasta alcanzar el billón de euros. Aunque ante los problemas de financiación con los que se está encontrando el propio fondo y el escaso interés de los países emergentes en colaborar, la Comisión baraja una segunda fórmula que pasaría por habilitarlo para que pueda avalar parte de las nuevas emisiones de deuda de España e Italia.
Durante el último Eurogrupo, se puso como prerrequisito para el desbloqueo de los 8.000 millones de euros en ayudas a Grecia que los líderes de los principales partidos políticos se comprometieran por escrito con las reformas y las medidas de ajuste acordadas conel Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea, todo esto a cambio del rescate.
La Comisión Europea y el Eurogrupo cuentan ya con el compromiso del primer ministro griego, Lukás Papadimos, y del líder del partido conservador Nueva Democracia, Antonis Samaras, pero aún están a la espera del ex primer ministro Yorgos Papandréu.
Según algunas fuentes Papandréu está elaborándola y la carta llegará muy pronto a Bruselas, a tiempo para que los ministros de Finanzas analicen el contenido de todos los compromisos y tomen una decisión sobre el sexto tramo, cuyo desembolso es indispensable para que Grecia pueda afrontar el pago en diciembre de pensiones y salarios en el sector público.
El contenido de la carta de Samaras, quien inicialmente se había negado a comprometerse por escrito, es el que podría suscitar algún que otro debate, dado que el líder conservador advierte en la misiva de la necesidad de alteraciones en los ajustes. No obstante, fuentes diplomáticas europeas creen que la ayuda será desbloqueada mañana, porque el compromiso exigido era apoyar los objetivos de las medidas.
Siguiendo de cerca a Italia
Los ministros estudiarán el primer informe de la misión de supervisión de la Comisión Europea en Italia. Precisamente la presión de los mercados sobre Italia, que afecta también a las primas de riesgo y los rendimientos de los bonos de España y arrastra cada vez a más países, como Bélgica, Francia o Austria, hace cada vez más urgente que el Eurogrupo pueda dar líneas de crédito preventivas, financiar la recapitalización de la banca e intervenir en los mercados de deuda primario y secundario.
Los ministros también trabajan en la creación de uno o varios instrumentos de coinversión con el que la eurozona pretende atraer inversiones privadas y públicas, de fondos soberanos de países emergentes, por ejemplo, aunque éstos han mostrado escaso interés. Esos instrumentos invertirían en bonos del mercado primario o secundario de países con problemas para facilitarles financiación.
La eurozona pretendía elevar su capacidad a un billón de euros, pero el máximo responsable de la entidad, Klaus Regling, ha admitido que será difícil alcanzar esta cifra por el empeoramiento de la crisis y el escaso interés inversor.
El diario alemán «Der Spiegel» afirmó que el fondo solo contará con entre 500.000 y 750.000 millones de euros, lo que supondría duplicar o triplicar su capacidad y echaría por tierra las esperanzas de que fuese uno de los resortes más potentes para atajar la crisis de la deuda.