Hace ya unos cuantos años, que las pesetas se convirtieron en algo antiguo y sin ningún valor. Son muchos los españoles, que guardan su moneda de «toda la vida» como recuerdo, otros las tienen por pereza de cambiarlas, y otros ni siquiera saben que las tienen. Los españoles, aún conservan 1670 millones de euros en monedas de peseta sin canjear en el mes de junio.
Este dato supone 1.000 millones de euros menos que el mes anterior, es decir que los españoles acuden al Banco de España a realizar cambios de pesetas a euros, prácticamente a diario. La cantidad de pesetas que aún están en las casa españolas es considerablemente alta, incluso se podría comprar una empresa con alta capitalización.
Estos datos, se refieren tanto a las monedas solo como a los billetes de pesetas. Si lo analizamos de forma individual, hay billetes en pesetas guardados en muchas partes de España. En concreto, son 864 millones de euros en billetes de pesetas. Esta cantidad ha disminuido en 1 millón de euros menos que en el mes de mayo. Por otro lado, las pesetas están en los 805 millones de euros.
Los españoles cambian aproximadamente 1 millón de euros al mes. El año de implantación del euro, había en circulación 48.750 millones de euros en pesetas. El cambio se podía hacer en los bancos habituales hasta el 30 de junio de 2012, actualmente solo es posible hacerlo en el Banco de España.
Se podrá cambiar pesetas a euro hasta el 31 de diciembre de 2020
Cambiar de forma Presencial:
Para poder hacerlo, hay que dirigirse a la c/Alcalá 48, de lunes a viernes de 8:30 a 14:00h. Será necesario el DNI, pasaporte o tarjeta de residencia siempre y cuando lo que se quiera cambiar sea superior a 3.000 euros. En importes menores no suele necesitarse identificación, pero no siempre. También puede hacerse en las sucursales del Banco de España.
Cambio por Correo:
También se puede realizar el cambio por correo, en aquellos casos en los que el solicitante del canje no sea residente en España y no pueda dirigirse al Banco de España. Será por correo certificado junto con el formulario y no se canjearán monedas enviadas por correo ordinario.
Método de cambio Electrónico:
Y por último por medio electrónico, cuando el solicitante no sea residente en España y no pueda dirigirse al Banco de España. Para hacerlo, hay que descargar y cumplimentar el «Formulario para el canje de pesetas a euros desde el extranjero», y una vez firmado electrónicamente, presentarlo a través del Registro Electrónico del Banco de España.
Antes de esto hay que acceder al citado Registro Electrónico y descargar el «Formulario de presentación de documentación en Registro» y enviarlo cumplimentado junto con el mencionado «Formulario para el canje de pesetas a euros desde el extranjero» . Después se enviarán los billetes en pesetas por correo certificado junto con la copia del formulario para el canje de pesetas a euros desde el extranjero.
El Banco de España dejará de cambiar pesetas a euros el 31 de diciembre de 2020. Y solo se cambiarán las pesetas emitidas a partir de 1939. El cambio también podrá realizarse por correo certificado en caso de no vivir en España, y enviar las pesetas junto a un formulario disponible en su página web.
¿Es posible que valgan más dentro de unos años?
Muchos poseedores de pesetas, lo hacen con la intención de mantener esta moneda hasta dentro de varios años, y que por el paso del tiempo adquieran más valor. Al igual que ocurre hoy en día con las monedas antiguas, cierto es que muchas de ellas tienen hoy en día, mayor valor que el que realmente representaron cuando estaban en circulación, pero tampoco es un valor como para enriquecerse.
La moneda, es un medio de pago común, y a no ser que sea una moneda realmente especial, por ejemplo, imaginemos que hubo una moneda » de un solo día de uso», es posible que hoy valiese bastante, por la dificultad de encontrarla, pero no ocurre lo mismo con las pesetas, ya que de momento valen bastante poco, y además las diferentes organismos guardan varios miles de ejemplares.
Es más su valor sentimental, para aquellos que tiene la peseta como «su moneda de toda la vida» que su valor real.