El dólar termina y empieza una nueva semana de forma muy diferente. La situación de mercados como el griego, hacen que adquiera más fortaleza, en cambio sus malos datos en algunos indicadores, afirman que la recuperación no será tan rápida, y que por supuesto no se verá una subida de tipos de interés hasta pasado el verano.
Para terminar la semana, el dólar bajó ente el euro, y subió ante el yen, de nuevo con indicadores no muy buenos para la recuperación de la economía estadounidense. Al final del día un dólar se cambiaba a 0,8735 euros, y por un euro se pagaban 1,1449 dólares. El dólar perdió ante el peso mexicanos, en cambio no fue así respecto a las otras divisas, ya que de apreció ante la libra, el franco suizo, el dólar canadiense y el yen, que se cambiaba a 119,27 yenes por dólar.
Al terminar la semana, salieron publicados varios datos económicos sobre EEUU, como la producción industrial o la confianza de los consumidores, ambos marcando datos peores de los que se esperaban. Concretamente, la producción industrial cayó un 0,3 % en abril, lo que se traduce en 5 meses de bajadas, y por otro lado la confianza de los consumidores afianzando así la de idea de una recuperación de la economía que puede ser más lenta de lo previsto. La subida de tipos de interés por supuesto no se contempla, al menos de momento.
Para empezar la semana, el dólar subió ante el euro, el yen y otras divisas, no por causas estadounidenses, sino más bien europeas, y como no podía ser de otra manera de la mano de Grecia. Al terminar el día, un dólar se cambiaba a 0,8837 euros, y por un euro se pagaban 1,1317 dólares.
El dólar se apreció ante el peso mexicano, la libra esterlina, el franco suizo, el dólar canadiense y el yen con un cambio de 119,97 yenes por dólar. La incertidumbre de la evolución sobre Grecia fue la que impulsó el dólar durante el lunes, pues aún están en negociaciones. Los acreedores, es decir la Comisión Europea no ha firmado un acuerdo en el que se establecía una devolución parcial.