Empezamos el segundo mes del año con buenos datos macro en general. Con el acuerdo de Grecia y la UE, además de otras variables, los mercados de divisas han estado tranquilos, de momento las reformas anunciadas no han variado excesivamente el panorama, aunque sí lo harán algo más a largo plazo, y el cambio será progresivo.
Para empezar la semana, el dólar bajó ante el euro y se depreció frente al yen el día que se confirmó que habría acuerdo entre Grecia y la Unión Europea respecto a su deuda, sumado a datos macro de EEUU variados. Un dólar se cambiaba a 0,8818 euros, y por un euro se pagaban 1,1341 dólares.
El dólar se apreció ante la libra esterlina y el franco suizo, pero ocurrió lo contrario frente al dólar canadiense, el peso mexicano y el yen, con un cambio de 117,59 yenes dólar. Las declaraciones del ministro griego, dieron un pequeño impulso a la moneda europea, con un acuerdo inminente.
Por otro lado, en EEUU las publicaciones de datos macroeconómicos fueron variadas, destacando la bajada del gasto de los consumidores en diciembre y la caída del sector manufacturero. Por otro lado sí aumento el sector de la construcción respecto al mes de diciembre, y el incremento en viviendas privadas e infraestructuras de la mano de la FED.
A mitad de semana, el dólar se apreció ante el euro y perdió valor frente al yen, además todos estaban pendientes de la esperada reestructuración de la deuda del gobierno griego. Al terminar, un dólar se cambiaba a 0,8816 euros y por un euro se pagaban 1,1344 dólares.
El dólar subió ante el dólar canadiense, el franco suizo y el peso, pero perdió terreno ante la libra y el yen que se cambiaba a 117,27 yenes por dólar. Pero finalmente el euro bajó, pues el acuerdo de la UE con Grecia no llegó, por eso el euro sigue expectante y todos los mercados en general.
De nuevo, como no podía ser de otra manera, el petróleo es protagonista. Con una bajada de la caída de precios del petróleo de Texas en un 9%, subida del Dow Jones y caída de S&P500.
Para terminar la semana, el dólar subió ante el euro, el yen, marcado por buenos datos en el empleo estadounidense y no tan buenas noticias para los griegos. Un dólar se cambiaba a 0,8837 euros y por un euro se pagaban 1,1316 dólares. El dólar ganaba posiciones ante al dólar canadiense, el franco suizo, la libra, el peso y el yen con cambio de 119,13 yenes por dólar.
La falta de liquidez del Banco de Grecia se vio reflejada en la calificación de S&P, que bajó la categoría a B-, que junto con la subida del empleo en EEUU terminó de empeorar al euro. Concretamente se generaron 257.000 empleos y la tasa de desempleo subió una décima situándose en el 5,7 %. Esto significa que el efecto desánimo está bajando, y son más las personas que buscan empleo de forma activa.