Durante meses, la moneda estadounidense ha pagado caro su papel de refugio seguro en momentos en que muchos inversionistas, contagiados por el optimismo del mercado, han optado por alternativas más arriesgadas. Muchos opinan que, con el repunte experimentado en estos días, el dolar podría estar listo para un repunte.
Aunque es probable que se produzcan grandes oscilaciones en el corto plazo, algunos analistas sostienen que el dólar podría subir hasta un 15% contra otras monedas en los meses venideros.
El dolar podría cambiar de trayectoria, pasando de ser un refugio seguro a un barómetro de la salud de la economía estadounidense frente a la de otros países desarrollados. Si EE.UU. evoluciona relativamente bien, la Reserva Federal podría elevar las tasas de interés antes que otros bancos centrales, lo que aumentaría los retornos de los inversionistas que apuestan por la moneda de EE.UU.
Sin embargo, hay un punto importante: luego de la paliza que recibió -y está recibiendo- desde hace ya más de un año, quizá haya llegado a su piso, por lo que no le quedaría recorrido hacia abajo y tan solo se puede esperar una recuperación. Aunque en este caso es como si jugáramos a la ruleta en el casino.