Empezamos el mes de septiembre con nuevos datos sobre la inflación en Europa, y con análisis para el «nuevo curso» de los diferentes organismos. Mejoras en los mercados de EEUU, que da algo de luz a la situación de la subida de tipos de interés. También encontramos subidas en varios mercados, tras los datos negativos de las pasadas semanas.
En el tercer día de la semana, el dólar ganó posiciones frente al euro y otras divisas, con ganancias en Wall Street, además de un fortalecimiento de la moneda estadounidense en los mercados. Al terminar el día, un dólar se cambiaba a 0,8907 euros, y por un euro se pagaban 1,1227 dólares.
El dólar ganó ante el yen, con un cambio de 120,33 yenes por dólar, así como frente a la libra esterlina, el franco suizo y el dólar canadiense. En cambio se depreció ante el peso mexicano. Las jornadas anteriores, hemos visto fuertes pérdidas por los malos datos económicos de China, pero en EEUU se anuncia un aumento del 3,3 % en la productividad de los trabajadores no agrícolas en el segundo trimestre del año.
Este viernes, veremos el informe sobre los niveles de desempleo por parte de la Reserva Federal (Fed), y que será decisivo para la subida de tipos.
Para la cuarta jornada de la semana, el dólar subió ante el euro y otras divisas, se depreció ante el yen, con un retroceso del euro en general. Al terminar el día, un dólar se cambiaba a 0,8990 euros, y por un euro se pagaban 1,1124 dólares. El dólar se apreció ante la libra esterlina y el franco suizo, y también se depreció ante el yen, con un cambio de 120,07 yenes por dólar, y ante el dólar canadiense y el peso mexicano.
Los datos más importantes han sido, la reducción del déficit comercial, y por otro lado el aumento de solicitudes de subsidio por desempleo, algo más alto de lo que se esperaban. Por otro lado, en relación a la Unión Europea, el dólar se benefició por la pérdida de valor del euro, con previsiones del crecimiento de la zona euro por parte del BCE del 1,4%. Como sabemos la desaceleración de la economía china ha influido notablemente, frenando las exportaciones europeas. La inflación de este año será del 0,1% según las últimas previsiones.