Se dice que en España no somos los mejores a la hora de ahorrar, y una de las razones podría ser que no sabemos hacer compras de manera responsable.
En muchas ocasiones, nuestra tendencia a gastar de manera ilógica nos lleva a situaciones financieras indeseables, afectando nuestra liquidez y estabilidad económica. ¿Eres tú un comprador compulsivo? Intentaremos responder a esta pregunta en este artículo, repasando las características más comunes de un comprador compulsivo.
Atraídos por el consumismo
Vivimos en una era de consumismo exacerbado. Constantemente estamos expuestos a una avalancha de marketing y publicidad que nos incita a consumir y a comprar productos que quizás no necesitamos realmente. El objetivo de esta estrategia de negocio son las personas que son más fáciles de influenciar.
Estas personas, a menudo sin darse cuenta de que están siendo manipuladas, caen en la trampa que ha sido diseñada específicamente para ellas, lo que las lleva a malgastar su dinero en productos que realmente no necesitan. Una persona que gasta de manera irresponsable también tiende a ser impaciente, sintiéndose más satisfecha cuanto más y más rápido obtenga.
El consumismo se convierte en el problema central para una persona que obtiene satisfacción a través del consumo, ya que el sistema parece diseñado para satisfacer estas necesidades. Esta condición influirá sin duda en su comportamiento financiero y, por ende, en su futuro económico.
El crédito, su peor enemigo
Un comprador compulsivo a menudo es también un adicto al crédito. Esto se debe a dos factores: un alto nivel de consumo para satisfacer sus supuestas necesidades y unos ingresos que no pueden mantener ese ritmo de gasto. Como resultado, buscan asistencia financiera, o préstamos de entidades o individuos.
De acuerdo a ciertos datos, la deuda de los hogares españoles en 2017 ascendía a 704.390 millones de euros. Aunque la mayoría de estas deudas estaban relacionadas con la adquisición de viviendas, lo que no necesariamente indica un gasto compulsivo, el problema real surge cuando se hace un uso constante del crédito para gastos innecesarios, como ocio, un nuevo ordenador o entradas para un concierto.
Dificultades para llegar a fin de mes
Dados estos rasgos, es probable que este tipo de personas a menudo tengan dificultades para llegar cómodamente a fin de mes. Es común que se queden sin dinero antes de que finalice el mes, lo que trae consecuencias como tener que pagar ciertas facturas o deudas con el salario del mes siguiente, incurriendo en intereses y comenzando el mes con menos dinero. Esto puede resultar en una peor planificación del siguiente mes, llegando incluso a la necesidad de solicitar más préstamos.