Aunque en algunos países el mercado de segunda mano ya tenía una importancia notable, en los últimos cinco años este mercado ha ido creciendo y extendiéndose en todo el mundo. No es una casualidad.
En los últimos meses hemos conocido algunas cifras realmente interesantes relacionadas con el mercado de segunda mano tanto en Estados Unidos como en Europa.
Estas cifras nos indicaban que el crecimiento de los diferentes segmentos de mercado de segunda mano era en algunos casos exponencial. Por ejemplo, durante el verano de 2020 la venta de coches de segunda mano en Estados Unidos se disparó hasta límites desconocidos, tanto en demanda, precio.
Y, si bien es cierto que la crisis de los contenedores y el desabastecimiento puede tener algo que ver, realmente estamos ante un modelo creciente que, en los próximos años, puede cambiar el paradigma comercial.
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Por qué se compra más de segunda mano
Hay muchos estudios publicados y otros tantos en marcha que pretenden explicar los motivos por los que cada vez se compra más producto de segunda mano.
Pero, antes de analizar algunas de estas ideas, deberíamos fijarnos en que segmentos es donde más ha crecido este tipo de venta. Y es que, por ejemplo, la venta de ropa de segunda mano ha crecido, pero de manera sostenida, es decir, como lo venía haciendo en los últimos años.
Sin embargo, hay tres segmentos donde el crecimiento ha sido exponencial:
- Aparatos tecnológicos
- Aparatos eléctricos
- Vehículos
Y, conocido este dato, de todos los estudios nos interesa una idea que es transversal a la mayoría: los modelos comerciales de las últimas dos décadas para los productos de primera mano, son el eje central de la explicación del crecimiento de la venta de segunda mano.
Realmente la explicación no es muy compleja. Existe un modelo comercial en el cual se procede a dar por superado el periodo de valor de los productos en plazos cada vez más cortos.
Cuando hace 30 años alguien se compraba un automóvil la media de durabilidad que se le pretendía al vehículo era superior a los 10 años. En la actualidad está media ha bajado a lo que se considera límite de amortización, que puede rondar entre los cinco y los siete años.
Podemos aplicar esto perfectamente a cualquier tipo de aparato eléctrico o tecnológico. Las medias de durabilidad atribuida son cada vez menores. Y, sin embargo, los productos van a seguir siendo funcionales. Esto genera un stock de oferta que, a la vez, se corresponde con una doble velocidad, la de aquellas personas con economías más elevadas o menos elevadas.
Esta doble velocidad lleva a diferentes modelos de compra. Alguien estará satisfecho con adquirir el último modelo de un dispositivo móvil pagando 2000 $, pero, también habrá alguien muy satisfecho por adquirir el modelo anterior en el mercado de segunda mano por 500 $.
Esta realidad creciente genera mercados secundarios, terciarios e incluso con mayores niveles de profundidad.
En definitiva, mercados crecientes, modelos comerciales que empujan al sobre stock de productos en plena fase de usabilidad, pero desechados por la obsolescencia de imagen, y que, en los próximos años, crecerá tanto en importancia como en volumen.