A lo largo del transcurso del año 2010, lleno de altos y bajos, sobre todo en mayor cantidad de estos últimos, vemos el año que viene mucho más tranquilo para la paridad euro/dólar. Algunos de los grandes riesgos que han ocurrido detrás de las oscilaciones se han visto reducidos, provocando que las perspectivas para la economía estadounidense sean menos inciertas evitando recurrir a un tercer programa de flexibilización cuantitativa, confiando en que el crecimiento económico arrastre la tasa de desempleo a la baja, eliminando la deflación.
Ante esto es evidente que los riesgos que corre el dólar son bastantes limitados, siempre y cuando el crecimiento de la economía sea constante.
Por el lado europeo, a pesar del crecimiento económico en la mayoría de la zona euro, el euro continuará la tendencia a la baja durante 2011, debido a el crecimiento favorable de la economía estadounidense. Las preocupaciones que rodean la crisis de la deuda soberana y la sostenibilidad del euro a largo plazo podrían llegar a aparecer a lo largo del año, pudiendo provocar una brecha en el marco institucional europeo ocasionando fuertes presiones para la baja de la divisa europea.
Por otra parte, los paises periféricos necesitarán de un euro bajista, para no tener que depender de un estimulo monetario y fiscal, proceso que no sería tan dificil de lograr ya que en estos momentos el euro se encuentra sobrevaluado frente al dólar estadounidense.