Junto con un organismo común y la resolución de crisis futuras tenemos el último y tercer pilar que formará la unión bancaria. La tercera columna que sustentará la unión bancaria es la que garantizará los depósitos inferiores a 100.000 euros, que serán los únicos que no sufrirán pérdidas en los proceso de saneamiento.
La idea inicial de la existencia de un fondo común de garantía de depósitos ya no existe, debido a la oposición de los países más ricos (Alemania en primer lugar), y las expectativas que había sobre ellos han desaparecido. Lo que se creará será una red de fondos nacionales con un funcionamiento más homogéneo.
El Parlamento Europeo y el grupo de los 28 han pactado la directiva que se establecerá para utilizar estos fondos de garantía de depósitos de cada país. Y referente a intervenciones tempranas como pasó con caja Caja Castilla-La Mancha.
Por ejemplo en el caso de España, este Fondo de Garantía de Depósitos tendrá unos recursos aproximadamente del 0,8% en lo que se refiere a depósitos inferiores a 100.000 euros que haya en el país, y en un plazo de diez años. Esto permitiría que, en caso de una quiebra los pequeños depositantes podrían recibir su dinero en el plazo de siete días laborables.
Si la Comisión Europea lo autoriza, ese porcentaje podría reducirse al 0,5% cuando se trate de países con «sectores bancarios concentrados», es decir, cuando los activos bancarios estén concentrados en manos de pocos bancos.
Los bancos de cada Estado tendrán que hacer sus aportaciones siempre teniendo en cuenta su perfil de riesgo, por lo que aquellos que asuman más actividades de riesgo tendrán que contribuir más. Además, el 70% de los pagos al fondo nacional por parte de la banca tendrá que hacerse en efectivo y el 30% de su contribución podrá ser en avales u otro tipo de activos que se consideren aceptables.
