El comportamiento de vaivén que está exhibiendo el euro frente al dólar evidencian el sentimiento negativo que aún domina el mercado en contra de la divisa común europea.
El euro no logra recuperarse, aunque se haya cerrado parcialmente la brecha respecto de la deuda soberana de Grecia, las dudas respecto de la recuperación del país son muchas y por lo tanto, se genera un efecto de lastre sobre el euro.
Cada vez que el euro logra recuperar posiciones frente al dólar, los inversores aprovechan el momento para deshacer posiciones, impulsando una nueva caída.
Las principales causas de la debilidad del euro pueden resumirse en tres:
a) La economía europea no está mostrando los mismos signos de crecimiento y recuperación, que se están observando en EE.UU. De esta forma, la divisa norteamericana se encuentra en una situación relativa favorable respecto de la comparación con el euro.
b) Cada vez más se espera que la FED eleve los tipos de interés en el corto plazo, situación que no resulta evidente en el caso del Banco Central Europeo. De esta forma, el BCE quedará por detrás de la FED en cuanto al avance de las medidas que consolidan la recuperación económica luego de la crisis.
c) Las dudas vinculadas a la crisis económica griega constituyen la principal causa de la debilidad del euro. No sólo porque se tengan dudas respecto de que esta situación pueda considerarse “cerrada”, sino también porque se sospecha que esto es sólo la punta del iceberg. Se duda respecto de la salud de la economía de varios otros países europeos y consecuentemente del funcionamiento del modelo “euro”.
Se teme de esta forma, que el euro fluctúe en una banda que no permita retomar posiciones anteriormente cedidas, sino que por el contrario, hasta pueda romper mínimos de marzo y dirigirse en primera instancia a su siguiente soporte situado en 1,32 eur/usd.